
Comentario al artículo «Cuando se quiere quedar bien con todo el mundo» , del P. Humberto M
Las argumentaciones éticas de hoy en día tratan de evadir rigurosamente caer en consideraciones metafísicas. Cito a Richard Rorty y su charla en la UNAM hace algunos meses, en la que tilda directamente a Putman de ser un metafísico. La tarea de la ética queda reservada al filósofo rigurosamente, ya que esta es una derivación práctica de la filosofía. Cito a Adela Cortina (en su libro Ética sin moral):
«la ética no se genera, pues, primariamente en ese mundo social, en que la moral ostenta sin duda el principio sustancial, sino que se mueve en el nivel del disurso teórico reflexivo y autorreferencial de la filosofía. De ahí que su forma reflexiva y lingüistica sea filosófica, no cotidiana ni científica. Lo cual significa, a mi juicio, que es conceptual y argumentativa.»
Y mas adelante continúa:
«no es menos cierto que su peculiar naturaleza le habilita para la crítica y la argumentación: le habilita para eliminar el dogmatismo, que es la tarea encomendada a la filosofía desde antiguo, tanto en su factura teórica como en la práctica. La misma teorìa nació del interés por distanciarse de lo dado, que posibilita la crítica y colabora, por tanto, en la tarea de emancipacion. Y, si la filosofía teórica no es mera contemplación desinteresada, en la mayor medida se pretende la filosofía práctica crítica y liberadora, ya que orienta la acción humana.
Mientras existan dogmas allí donde no debe haberlos; mientras los hombres nos conformemos con lo dado donde pudiéramos asumir las riendas, sigue teniendo la filosofía la función crítica y liberadora que, por su mismo status epistemológico, no pueden ejercer las ciencias.»
En su introducción al comentario que hace en El Observador respecto del artículo que hace referencia a los libros de 1er año para educación secundaria menciona que:
«temas tan delicados como los de la sexualidad y la reproducción deben inspirarse en la fiosofía moral cristiana, que es, seguramente, la más seria, la más fundamentada y la más sabia, por tanto la mas racional».
Es peligroso lo que menciona respecto a la primacía de la «filosfía moral cristiana», como aquella a donde se circunscriben lo racional, lo verdadero del asunto y lo más sabio; suena más a dogmatismo, aquello contra lo cual la ética, en sentido estricto del término, pretende desvanecer de toda argumentación ética. ¿Puede ser una filosofía moral cristiana ser racional? ¿Qué entiende por filosofía, moral, y racional? Si la visión cristiana respecto de la sexualidad es la mejor, la más sabia, la más racional, ¿debemos aceptarla todos como lo óptimo? Eso es fascismo, dogmatismo ideológico e intolerancia, circunscribir dentro de una doctrina la bondad humana, que fuera también de la visión católica del mundo, puede alcanzarse en grados muy altos.
Tarea nuestra, de filósofos, es la argumentación ética y la lucha contra el dogmatismo dominador de conciencias. Hay que ser fieles a nuestro trabajo, nosotros los intelectuales y formandos en filosofía, porque hay mucho que defenderle al ser humano en su dignidad.
Ramiro Palomino, Fac. de Filosofía UAQ.
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